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La industria agroalimentaria y la economía circular

En los últimos años ha crecido de manera exponencial la presión social y política sobre las empresas para una producción más sostenible para el medio ambiente.

Hay que destacar que se buscan soluciones para mejorar la eficiencia energética debido a la subida de los precios de la energía, por lo tanto, las fuentes renovables de energía representan una oportunidad crucial para que la sostenibilidad siga el desarrollo económico.

Reducir el consumo de combustibles fósiles y ahorro energético a través de la digestión anaeróbica, se trata de una conversión de residuos en energía. También con esta solución se reducen o se reúsan los desechos generados en el proceso productivo de la industria agroalimentaria.

Conversión de residuos en energía:

El concepto principal detrás de una planta de Conversión de Residuos en Energía es utilizar totalmente la energía contenida en los residuos delas operaciones industriales en el sector agroalimentario que contienen aceites, grasas, proteínas y carbohidratos.

Estos desechos se consideran biomasa, y para ser tratada en una planta Conversión de Residuos en Energía que convierten subproductos, barros o aguas residuales en biogás, utilizando en el proceso biológico llamado digestión anaeróbica, que trasforma la carga orgánica en energía a través de bacterias anaerobias de forma similar a la que nuestro cuerpo hace con la comida. Por lo que el sector agroalimentario es particularmente idóneo para la instalación de plantas de conversión de residuos en energía, fácil de utilizar y flexible, que puede ser aprovechado en un motor para la generación de energía eléctrica y térmica.

Desafíos y ventajas en la industria agroalimentaria:

La producción de cualquier alimento necesita una gran cantidad de agua y lodos que durante el proceso. En estas aguas de procesamiento se encuentra, entonces, carga orgánica que la digestión anaeróbica puede convertir en energía.

Actualmente, la mayoría de las industrias trata solamente las aguas residuales con soluciones aerobias para limitar la contaminación ambiental, con altos costes, sin aprovechar los macronutrientes de las aguas residuales y gastando energía en lugar de producirla.

Sostenibilidad

El ‘combustible’ orgánico llevado al ambiente controlado de las plantas evita que las emisiones producidas por la descomposición de materia orgánica se liberen a la atmósfera, así se contribuye a la reducción de gases de efecto invernadero. Por tanto, a lo largo del proceso de digestión anaeróbica se eliminan residuos, evitando emisiones de CO2, y se produce energía renovable para el autoconsumo y productos como fertilizantes.

Una tecnología que beneficia a la empresa, la comunidad y el medio ambiente.

En ISEGA nos comprometemos por una mejora continua en nuestros procesos, productos y servicios, promoviendo políticas de calidad apostando siempre por el medio ambiente.

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